«La risa es terapéutica, sin ella seríamos unos amargados»

Los cómicos Gorka Aguinagalde e Iñigo Salinero llegan a Sestao cargados de humor con su espectáculo de monólogos ‘Roland y Garrós’

Por Ane Ontoso

«’Roland y Garrós’ es un espectáculo de dos monologuistas que al final conversan entre ellos, porque no hay que ser egoístas y hablar, y hablar, y hablar… Hay que aprender que también hay que saber escuchar. Y ellos saben escuchar a su público. Otra cosa es que le hagan caso…».

Los cómicos alaveses Gorka Aguinagalde e Iñigo Salinero, acercan su espectáculo ‘Roland y Garrós’ a la Escuela de Música de Sestao. La cita tendrá lugar el viernes 30 de septiembre (19.30 horas), enmarcada en el programa de los Viernes Culturales. Prometen «cachondeo, la mejor ironía y el desparpajo más irreverente». Carcajadas, carcajadas y más carcajadas.
Nos lo cuenta Gorka, un actor camaleónico que ha sabido compaginar teatro, cine y televisión con directores de la talla de Álex de la Iglesia, así como las series del momento. En 2020 se estrenó en su faceta de director con ‘El Fiestón’ y, además, es vocalista de la banda ‘LosDelGás’, que el año pasado perdió a su batera, el músico Javi Area y al que Rentería homenajeó el pasado mes de junio.

– ‘Roland y Garrós’, monólogos sin red perpetrados por dos cómicos.
–Hacemos un peloteo del toma y daca al tiquitaca. Nos hizo gracia el paralelismo (risas). Es un espectáculo de humor en el que Iñigo aboga por Oriente –se cree que es chino– y yo por el vasco. Ambas culturas milenarias, que a veces chocan y a veces tienen cosas en común.
–¿Por ejemplo?
–Son antiguas, o el idioma. Pero en la gastronomía… no es lo mismo un arroz tres delicias que un marmitako. Pero no quiero desvelar.
–Hombre, en eso no hay discusión que valga. Ja, ja, ja.
–Es un humor vasco-chino o chino-vasco. Iñigo dice que cada vasco lleva un chino dentro, y lo argumenta. Y yo viceversa.
–Al final conversan.
–Queríamos darle una vuelta de tuerca al show de monólogos y al final debatimos.
–O sea, que están juntos pero no tan revueltos.
–Así es.
–Aunque ya son como un matrimonio.
–(Piensa). Sí, uno escénico. Llevamos un montón de tiempo trabajando juntos.
–¿Los humanos solo sabemos hablar, hablar y hablar?
–Nosotros nos acabamos escuchando. Mi amigo se cree que es chino y no tiene ningún rasgo oriental. Quiero que vuelva al redil, Oriente le da mil vueltas a Occidente. ¡Y no te voy a desvelar más!

«Antes macerabas un chiste o un gag, ahora lo queremos todo para ayer»

En casa con Netflix

–Je, je, je. Qué bien sabe la vuelta a los escenarios. ¿Hemos salido airosos de la pandemia?
–La masa es estúpida, yo creo en el individuo. Me siento inmortal con tres vacunas. Hemos hecho un esfuerzo titánico y hemos demostrado que somos bastante educados. Yo me pongo la mascarilla por educación, por si a alguien le molesta. Pero ya la tengo olvidada. Es la guerra que nos ha tocado. Peor fue la que les tocó a nuestros aitites en el frente con tiros. A nosotros nos han encerrado en casa con Netflix.
–¿Hiciste algún vídeo en el confinamiento?
–Fruto del aburrimiento, pequeñas pildoritas de humor en las redes. También en el balcón. La risa es terapéutica. Soy humorista. ¡Qué sería de nosotros sin la risa! Unos amargados.
–¿Sabías que la primera entrevista de mi vida fue a ti? Venías a Barakaldo con ‘El Txou de Patxi’.
–¡Qué bonito!
–Lo recuerdo con mucho cariño. ¿Ha cambiado el humor desde entonces?
–Mucho, sobre todo el ritmo. El humor y muchas situaciones de la vida. Antes macerabas un chiste o un gag, ahora lo queremos todo para ayer. Es un ritmo frenético que hay veces que es mejor y otras totalmente negativo. Hay un ‘timing’ para el humor.
–¿Ha evolucionado?
–Hay dos caras. Hemos evolucionado a mejor, porque ahora ves el ‘sketch’ ‘Mi marido me pega’ de Martes y Trece y no te hace gracia. Sabemos qué es y qué no, pero también tenemos la piel finita. Te puedes reír de todo, pero hay que ver el tiempo, el momento y el cómo. De las torres gemelas se puede hacer humor, pero en aquel momento por educación no. Pasado el tiempo, ya no duele.
–Cuéntaselo a Will Smith.
–El humor es un bofetón para él. Se le fue la pinza, ese chico tiene un lado oscuro muy gordo. Me cae bien y es un gran actor, pero no entiendo y no le excuso. Estuvo violento y fuera de tono. El problema lo tiene el receptor. Estoy haciendo un discurso y ficción. Si entras en el código teatral, te puede escandalizar, hacer gracia o llorar.
–Chris Rock despejó bien.
–Aguantó de cojones para que no fuese a más. Lo manejó muy bien.
–Bueno Gorka, esperemos que no pasen otros once años para volver a charlar.
–Ja, ja, ja

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