‘El juego del calamar’, el silencioso éxito surcoreano de Netflix
Varias personas en riesgo de exclusión y con serios problemas económicos reciben una misteriosa invitación para participar en un juego. 456 concursantes de toda clase y condición que acaban encerrados en un lugar secreto donde deben competir en varios juegos para ganar mucho dinero. Se trata de juegos infantiles tradicionales coreanos pero… los perdedores mueren.
Esta es la premisa de ‘El juego del calamar’, el último gran éxito de Netflix. Una serie que sin apenas publicidad se ha colado en el Top 10 de series más vistas de la plataforma, tanto en España como en Estados Unidos, y se ha convertido en un fenómeno en redes sociales. Hasta Jeff Bezos, fundador de Amazon, ha elogiado a la plataforma por su éxito. «Netflix lo hace bien con mucha frecuencia. Su estrategia de internacionalización no es fácil y la están haciendo funcionar. Es una hazaña impresionante e inspiradora. No puedo esperar para ver la serie», ha escrito en su Twitter.
Las sorprendentes cifras de la ficción creada por Hwang Dong-hyuk, también director de la serie, han llevado a Netflix a buscar la forma de hacer una segunda temporada, también sorprendida por la buena acogida. Una secuela que, de hacerse, tardaría en llegar ya que su creador no tiene ‘planes bien desarrollados’ para la continuación de la historia. De hacerlo, ‘no lo haría solo. Me plantearía utilizar una sala de guionistas y querría contar con varios directores experimentados’ declaró para la revista Variety.
‘El juego del calamar’, que debe su nombre a un popular juego surcoreano, tampoco está libre de polémica. Algunos espectadores han denunciado que, en su afán por llegar cuanto antes al mayor público posible, Netflix haya cometido varios errores en la traducción. Sin ser garrafales, estos errores hacen que se pierdan matices de los personajes.
Nuevas oportunidades para los actores
El éxito de la serie ha llegado también a sus actores. Park Har-soo, quien da vida al número 218 en ‘El juego del calamar’, ha sido confirmado como Berlín en la adaptación coreana de ‘La casa de papel’. Una serie, la española, con la que se ha venido comparando a la ficción coreana desde su estreno . Ambas comparte una estética similar con la utilización de monos rojos y máscaras.