Una misión para el mejor detective
Arrigorriaga invita a su ciudadanía adulta a jugar a un divertido laberinto de títulos narrativos. Hoy, 25 de abril, es el último día para apuntarse
Por Laura Castellanos
Arrigorriaga busca a su Sherlock Holmes particular o quizá a su Hercule Poirot, si se es más fan de los misterios de Agatha Christie. Aunque bien podría tratarse de la Amaia Salazar vizcaína o de una Miss Marple a nivel local. Así lo presenta Iratxe López, periodista de EL CORREO y dinamizadora de la nueva actividad que el municipio tiene preparada para el próximo jueves, 28. En la recién inaugurada Casa de Cultura Edurne Garitazelaia tendrá lugar un complejo caso –o más bien tres– con la literatura como eje conductor de una tarde diferente entre pistas y libros.
De lo primero habrá mucho, pero lo segundo se hará de rogar hasta que los asistentes no hagan las preguntas correctas y las deducciones más certeras. Solo así, siendo los mejores «detectives literarios», podrán resolver este enigma y dar con el nombre del autor, autora o autores, así como de las obra ocultas. Aunque no es este el principal objetivo del evento. «Lo importante es entrar en el juego, en la dinámica, hacer preguntas e ir definiendo» y explica que el fin «es ir cerrando el círculo de toda la amplitud de opciones y ver hasta dónde se es capaz de llegar». Con los piques justos y sin necesidad de competir unos con otros, alienta a apoyarse mutuamente para llegar antes a la solución.
Para ello se les presentarán tres fases diferentes. La primera, la más larga, tendrá que ver con las mencionadas ‘miguitas’ en forma de objetos de todo tipo. «Puede ser una carta, figuritas, fotografías, comida o bebida, palabras que sugerirían el tema del libro…». Tres mesas para tres libros, cada una custodiada por una persona diferente, entre ellas la periodista, a las que se les podrá preguntar cualquier cosa. Eso sí, la respuesta ha de poder darse con un ‘sí’ o un ‘no’, de lo contrario no será válida.
Pero cuidado porque las pistas a veces despistan. «Algunas son claras pero otras no tanto, se juega con el despiste para madurar las ideas». Atinar con la época en que fue escrito, de qué versa la trama o de dónde es originario el firmante son algunas cuestiones a tener en cuenta para cercar las posibles respuestas.
La segunda fase no hará sino complicar el asunto pues llega en forma de código inconexo. Galimatías alfabéticos, numéricos o una mezcla de ambos, quién sabe, serán los responsables de hacer sudar tinta al pintoresco grupo de investigación. «No será facilísimo, pero tampoco imposible», adelanta.
Y todo para llegar al tercer punto, aquel en el que las organizadoras (voluntarias participantes en los talleres de escritura y lectura creativas) leerán uno o dos fragmentos de cada texto escogido para ayudar a pulir las primeras conclusiones o terminar por despistarles.
Hasta una veintena de personas podrán unirse a esta misión literaria y en pequeños grupos dar con la clave final que podrán poner en común al final de esta aventura sin siquiera salir de la sala y que culminará con el sorteo de los tres ejemplares. Un bolígrafo, una libreta y sus propias mentes serán las únicas herramientas a las que tendrán acceso. Nada de ojear enciclopedias, mucho menos consultar el móvil. «Ni para preguntar a tu hermana ni para buscar en Google», bromea.
Hábitos lectores
Con la diversión mediante, la propuesta se dirige a toda la ciudadanía adulta de la localidad con el propósito de impulsar la lectura. «La clave es tener curiosidad y estar abiertos a jugar, desconectar de la realidad y pasártelo como un crío». Para los ratones de biblioteca orgullosos de serlo o para quienes nunca encuentran ese rato vacío para entregarse a la literatura. También, recalca López, para quienes nunca cogen un libro. «Pueden deducir las mismas cosas que cualquiera y ayudar a definir puntos importantes».
En cualquier caso, si de algo vamos sobrados al parecer por estos lares es de buenos hábitos lectores. Como revela el último informe de la Federación del Gremios de Editores de España, el País Vasco se sitúa en un más que honroso segundo puesto (68,2%), solo detrás de Madrid, con casi cuatro puntos de diferencia respecto a la media nacional (64,4%). Y es que además de leer por puro ocio, los libros son la opción predilecta después de los periódicos. Una buena noticia con la que actividades como la presente animan a la población a aumentar su biblioteca, retomar viejos pasatiempos o descubrir nuevas aficiones entre las palabras.
Con un original plan con el que pasar un rato más que agradable en el marco de la celebración del Día Internacional del Libro (23 de abril) López y sus ‘socias’, sus «Watson», animarán a los participantes a no perderse en un mar de indicios confusos y llegar a buen puerto, si no con la resolución del caso, sí con la satisfacción de haber trabajado en equipo y disfrutar del paso a paso. «Es convertir la lectura, que es un acto individual, en un proceso grupal». Para los indecisos, ahí va la primera pista: uno de los títulos escondidos es un clásico más que conocido…