«El apoyo de la gente en las fiestas populares es lo que nos ha mantenido vivos»
En Tol Sarmiento acerca a Galdakao su música pegadiza, a cuyas letras ha dado un giro en los últimos años. «Hemos crecido mucho con canciones que tienen una mayor profundidad», señala su cantante y compositor, Iñigo Echezarreta
Por Luis M. Díez
El Guretzat Tour 2023 está siendo intenso y multitudinario. ¿Qué balance hacéis de los conciertos ofrecidos hasta la fecha?
Comenzamos el año apostando por una gira de salas con una preparación exigente en donde al final se vendió todo, algo que jamás habíamos logrado en años anteriores. Ahora mismo estamos inmersos en la gira de verano, en un circuito que conocemos muy bien, aunque el hecho de actuar en plazas grandes nos está suponiendo un punto extra de tensión, concentración y responsabilidad. No obstante, el balance es extremadamente positivo ya que es espectacular la vista que se tiene desde arriba. Somos conscientes de que somos unos afortunados.

¿La esencia de toda banda es el contacto con el público?
Desde siempre ETS ha intentado imprimir cercanía en su marca y mostrarnos como personas normales, ya que el proyecto surgió así. Actualmente hacemos música pop, el sobrenombre que tiene la música popular, es decir, para todos los públicos. Creo que no tenemos prejuicios en aceptar que la música pop es la que más influencia tiene en la mayoría de las sociedades y la que más relevancia coge en la transmisión de la cultura popular. Por ello, ETS desde siempre se ha entendido desde la mirada del público.
El 5 de septiembre recaláis en Galdakao. ¿Sin las fiestas populares no habría sido posible el éxito de ETS?
Correcto. ETS, a pesar de que ahora tenga un apoyo por parte de diferentes sectores, durante muchos años lo único que nos ha mantenido vivos ha sido el apoyo de la gente en las fiestas populares. Llenar plazas durante años ha hecho que tuviéramos una razón para seguir. Por ello, el último disco ‘Guretzat’ es un homenaje a las plazas de los pueblos, la vida cotidiana y a las relaciones de las personas.
Vuestra música conecta especialmente con las ganas de juerga que tiene la gente. ¿Notáis esa energía?
El grupo se caracteriza por hacer de sus conciertos una verdadera fiesta, una celebración. Aun así, los últimos años hemos crecido mucho con canciones que tienen una mayor profundidad como ‘Abuela Maitea’ o ‘Zurekin Batera’. Himnos donde la emoción principal es ternura, nostalgia. Por ello, creo que actualmente el fenómeno va más allá que la fiesta. En directo notamos una energía de la gente que intentamos que sea recíproca.
También tocáis fuera de Euskadi, ¿cómo responde el público a la música euskaldun?
Durante muchos años hemos decidido tocar principalmente en Euskal Herria, para no quemarnos en la carretera. Creo que ha sido una de las claves para que la mayoría de componentes sigamos en el proyecto. No obstante, este año estamos intentando expandirnos, aunque con precaución ya que se han cumplido los mejores sueños en casa y necesitamos salir un poquito.
¿Tenéis algún tipo de ‘rito’ antes de subir al escenario?
¡La verdad es que siempre hemos sido muy fríos antes de salir! Este año, estamos intentando darnos ánimos unos minutos antes, junto con toda la ‘Crew’, e incluso hemos empezado a hacer un grito junto con las manos.
Fusión de estilos
En vuestra discografía habéis transitado por diferentes estilos musicales. ¿‘Guretzat’ refleja la fusión de músicas que predomina en la actualidad?
La música que hemos compuesto durante años ha estado muy vinculada al rock y al ska, hasta que en 2018 decidimos darle un nuevo rumbo a las canciones nuevas. Al igual que varían los gustos de la gente, nuestras referencias e inspiraciones a la hora de componer también lo han hecho, por lo que la evolución que hemos seguido ha sido muy natural. Después de componer seis discos, la etiqueta que llevaba la marca del grupo empezaba a pesar y nuestra decisión fue clara: probar cosas nuevas para darle un aire fresco al grupo.
¿Esa mezcla de ritmos es también una manera de abrir ETS a otros públicos y edades?
La reconversión ha traído publico nuevo, pero el origen ha sido más personal. Como mencionaba antes, las canciones con más seriedad, más clase han atraído a publico nuevo, pero no hay que olvidar que surgen de una necesidad de expresión que encuentra su hueco en nuevos estilos
En algunos temas destaca la colaboración de reconocidos artistas. ¿Qué aportan a esas canciones?
Hasta el último disco fueron muy pocas las colaboraciones que habíamos llevado a cabo, pero en ‘Guretzat’ vimos que eran casi necesarias, ya que el disco habla de comunidad, de gente. Por eso, buscamos a gente conocida, cercana, fuentes de inspiración y, en definitiva, talentos que tenemos cerca.
¿En qué os inspiráis a la hora de componer canciones?
Durante nuestra historia ha variado prácticamente todo, y también las fuentes de inspiración. En los últimos años, musicalmente intentamos inspirarnos en canciones que nos trasmitan algo, que nos digan algo. A partir de melodías que personalmente considero que son bonitas, intento contar una historia que tenga que ver con algo que me esté pasando en este momento, una emoción, un sentimiento, un problema. En ‘Guretzat’, intentamos buscar un hilo conductor en todo el disco, y lo encontramos en la cotidianidad, en las personas. Por eso, el disco habla de emociones universales, de sensaciones cotidianas y de pequeñas historias, pero siempre girando en un eje claro, las personas. Toda las canciones hablan de alguien o sobre alguien.
Echando la vista atrás a 2005, en Yécora, ¿os imaginabais una carrera musical tan larga y exitosa?
En absoluto. Hay que tener en cuenta que nos juntamos tres amigos sin ninguna pretensión que no fuera pasárnoslo bien. De hecho, no teníamos conocimientos musicales y todo lo hemos aprendido sobre la marcha. Creo que, en nuestro caso, se puede afirmar que el camino lo hemos hecho al andar. El crecimiento ha sido paulatino durante todos estos años.
¿La industria de la música quizás es de las que más ha cambiado en estas cuatro décadas?
Sí, yo siempre digo que antiguamente las compañías estaban en manos de gente a la que le gustaba la música y querían ganar dinero. Igual que las editoriales de libros.
Pero cuando los discos se convierten en un negocio mundial y multimillonario, de repente empresas de otro tipo o fondos de inversión se interesan por ello y las compran, y tienen otra política.
Esta política, lo puedes ver con con los móviles también, es de cambiar rápido. Cambiar rápido de modelo y cambiar rápido de grupo y sacar algo nuevo e intentar que se venda mucho muy rápido y luego buscar otro. Antiguamente una compañía tenían un artista que perduraba en el tiempo, lo mimaban. Ahora se busca más la inmediatez.
Habéis metido hasta autotune en algunas canciones, ¿Habéis tenido también críticas por tanta innovación?
Pues, mira, al principio, eso lo metemos en un popurrí, que encima ya en él hay canciones que no son de romería y a mí me daba como miedo porque sí que notábamos como que la gente se quedaba como loca y yo pensaba que no les gustaba porque no bailaban. Y resulta que era de la sorpresa, porque no se lo esperaban. Ahora ya nos lo piden, así que la aceptación ha sido muy buena.
Este verano tenéis la agenda bastante llena. ¿Como lo hacéis para para soportar el desgaste? Porque claro, son conciertos que desgastan mucho.
Sí, a veces que cuando tienes igual cuatro seguidos lo notas más, porque encima a nosotros nos gusta quedarnos después y hablar con la gente porque ves lo que ha gustado más, lo que no. De hecho, lo que tocamos un primer concierto no es lo mismo que estamos tocando ahora, hemos ido cambiando con la gente, yo creo que eso es muy importante el escuchar a tu público.
Entonces, siempre nos quedamos, y el desgaste, pues, bueno… A veces igual llegas cansado, porque además yo estoy trabajando entre semana, pero llegas a un sitio y ves a gente súper animada y es como que te contagia.
Jon y por último, ¿cuál es el secreto para llenar las plazas después de quince años?
Escuchar a la gente y saber adaptarse. Cuando Akerbeltz empezó tenía un repertorio súper roquero y lo han ido cambiando escuchando a la gente, esa es la clave. Y luego que te guste la fiesta, porque yo creo que hay mucha diferencia entre aparte de escuchar a la gente, si tú no estás metido en la fiesta, si tú no bajas con la gente y haces partícipe al público no conectas, para conectar tienes que ser uno más.