«Para seguir llenando plazas hay que saber conectar con el público y ser uno más»
Akerbeltz volvió a llenar la la plaza Juan Urrutia de Amurrio e hizo vibrar al público con sus romerías diferentes. Jon Kass, su cantante desde el año pasado, nos da las claves para que sus conciertos se hayan convertido en auténticas fiestas
Por Leire Fernández
Akerbeltz lleva quince años en los escenarios y el año pasado decidieron cambiar de cantante y es cuando entras tú en escena. ¿Por qué este cambio?
Más que decidir fue porque la cantante anterior cantante este año se ha ido a Australia, entonces no iba a poder hacer la temporada, así que avisó al resto del grupo con tiempo para buscar alternativas y nosotros nos encontramos de casualidad, porque yo cantaba en otras romerías y ellos se me habían visto pinchar. Casualidad que coincidimos en Pasaia en un concierto y en el descanso nos pusimos a hablar, me invitaron a ir un día a ensayar con ellos y así surgió.
¿Y qué es lo que se va a encontrar la gente ahora en este cambio de ciclo?
Coincidiendo con mi entrada y que ellos iban a cumplir su quince aniversario dijimos vamos a intentar darle un vuelco. Y para empezar, cambiamos todo el repertorio. Obviamente mantenemos las canciones que hay que tocar sí o sí y las míticas, pero hemos metido nuevos sonidos electrónicos que se están usando mucho, canciones también un poco distintas, como alguna que otra pachanguera y en general cosas que se escuchan en las txosnas. Entonces, cambiamos todos los instrumentos para no llevar ‘amplis’, para poder hacer esos sonidos, porque lo que siempre han tratado en Akerbeltz es hacer que todos los sonidos que sean superfieles. Cambiamos de vestuario también, porque ellos iban siempre de negro, y ya les dije, ‘¿de negro? un poco de color, ¿no?’, y cambiamos toda la ropa. Y también hemos hecho que el público tuviese más por participación. Bajamos al público, hicimos tatuajes como los que venían en los cheetos de esos. Pegatinas nuevas, hemos hecho camisetas para regalar a la gente con un diseñador.
Vamos que vosotros de romería tradicional no tenéis nada…
No, no, quisimos romper con eso, con la normalidad tradicional y lo que era trikipandero. A partir de que se van metiendo nuevos instrumentos y de todo ese camino que se ha hecho, es más una verbena, que sería la traducción literal, y es que eso es lo que somos.
¿La industria de la música quizás es de las que más ha cambiado en estas cuatro décadas?
Sí, yo siempre digo que antiguamente las compañías estaban en manos de gente a la que le gustaba la música y querían ganar dinero. Igual que las editoriales de libros.
Pero cuando los discos se convierten en un negocio mundial y multimillonario, de repente empresas de otro tipo o fondos de inversión se interesan por ello y las compran, y tienen otra política.
Esta política, lo puedes ver con con los móviles también, es de cambiar rápido. Cambiar rápido de modelo y cambiar rápido de grupo y sacar algo nuevo e intentar que se venda mucho muy rápido y luego buscar otro. Antiguamente una compañía tenían un artista que perduraba en el tiempo, lo mimaban. Ahora se busca más la inmediatez.
Habéis metido hasta autotune en algunas canciones, ¿Habéis tenido también críticas por tanta innovación?
Pues, mira, al principio, eso lo metemos en un popurrí, que encima ya en él hay canciones que no son de romería y a mí me daba como miedo porque sí que notábamos como que la gente se quedaba como loca y yo pensaba que no les gustaba porque no bailaban. Y resulta que era de la sorpresa, porque no se lo esperaban. Ahora ya nos lo piden, así que la aceptación ha sido muy buena.
Este verano tenéis la agenda bastante llena. ¿Como lo hacéis para para soportar el desgaste? Porque claro, son conciertos que desgastan mucho.
Sí, a veces que cuando tienes igual cuatro seguidos lo notas más, porque encima a nosotros nos gusta quedarnos después y hablar con la gente porque ves lo que ha gustado más, lo que no. De hecho, lo que tocamos un primer concierto no es lo mismo que estamos tocando ahora, hemos ido cambiando con la gente, yo creo que eso es muy importante el escuchar a tu público.
Entonces, siempre nos quedamos, y el desgaste, pues, bueno… A veces igual llegas cansado, porque además yo estoy trabajando entre semana, pero llegas a un sitio y ves a gente súper animada y es como que te contagia.
Jon y por último, ¿cuál es el secreto para llenar las plazas después de quince años?
Escuchar a la gente y saber adaptarse. Cuando Akerbeltz empezó tenía un repertorio súper roquero y lo han ido cambiando escuchando a la gente, esa es la clave. Y luego que te guste la fiesta, porque yo creo que hay mucha diferencia entre aparte de escuchar a la gente, si tú no estás metido en la fiesta, si tú no bajas con la gente y haces partícipe al público no conectas, para conectar tienes que ser uno más.