«Necesitamos empresas que busquen la generación de impactos positivos para el planeta»
La directora ejecutiva del Pacto Mundial de Naciones Unidas, Cristina Sánchez, señala que «en los ODS se pueden encontrar oportunidades de negocio, de apertura a nuevos mercados, de retención de talento»
Objetivos Desarrollo Sostenible (ODS) y Responsabilidad Social Corporativa (RSC). ¿En qué se diferencian estos dos conceptos?
La RSC es una cuestión más antigua, propia de cada empresa, que hace referencia a su gestión, a cómo se relaciona de una manera responsable con todos sus grupos de interés evitando impactos negativos y potenciando los positivos. Por su parte, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Los ODS conforman la Agenda 2030, que es la Agenda de la Humanidad. Es un gran marco para el desarrollo sostenible que desde hace algunos años se ha convertido de forma generalizada en el marco de sostenibilidad para la empresa, según nuestros datos, para el 84% de las empresas. En este sentido, se puede decir que las empresas orientan su RSC en función de los ODS.
¿Qué papel juegan ahora mismo en las empresas?
Las empresas tienen, y así lo reconoce Naciones Unidas, un papel fundamental en la consecución de los ODS. Por primera vez están consideradas agentes de desarrollo, lo cual supone una oportunidad histórica, pues somos la última generación que puede alcanzar los desafíos que marca esta Agenda. Desafíos que implican un cambio sistémico de nuestro modelo económico. Una transformación que sólo podremos lograr cambiando el modo en que las empresas hacen y entienden los negocios. Necesitamos empresas que busquen no sólo la rentabilidad económica, sino también la generación de impactos sociales y ambientales positivos para el planeta. Además, en los ODS se pueden encontrar oportunidades de negocio, de apertura a nuevos mercados, de retención de talento, de generación de nuevos productos, de anticipación a la nueva normativa.
¿Cómo se está alineando la RSC con los ODS?
Durante los últimos años, las empresas han trabajado el marco de la Agenda 2030 integrándolo en las estrategias de responsabilidad corporativa, pues trabajan precisamente las tres dimensiones de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE): económica, social y medioambiental. Esto se ha visto especialmente en los reportes de RSC, que cada vez más incluyen la contribución de las entidades a estos objetivos. Sin embargo, desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas insistimos en que la ambición de este marco reclama que el trabajo sobre estos objetivos vaya más allá de los departamentos de RSC y sea transversal a toda la organización, formando parte de los objetivos estratégicos de negocio.
¿Qué recursos se deben invertir para avanzar hacia los objetivos marcados?
Según nuestro paper ‘Finanzas Sostenibles y Agenda 2030: invertir en la transformación del mundo’, se necesita movilizar entre 2 y 4 billones de dólares anuales durante los próximos diez años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para lograr movilizar esta suma es necesario que tanto estados como empresas e inversores se comprometan con una transformación del mercado financiero, de modo que se movilice el flujo de capital hacia los proyectos que tienen un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Dentro de una empresa, la inversión ha de empezar por algo ‘gratuito’: el compromiso de la organización con la Agenda 2030 y la identificación de objetivos y acciones concretas con los que ir avanzando.
¿Cómo se consigue la implicación de los empleados?
La implicación de los empleados se comienza con un ejercicio inicial de formación y sensibilización en ODS, que les implique con la Agenda 2030 y que les enseñe cómo su trabajo está vinculado con ellos, por ejemplo, con la lucha contra el cambio climático, la igualdad de género, la contratación sin discriminación, la productividad sostenible, el uso de la energía… y cómo orientar sus decisiones profesionales a favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esto es, en definitiva, a lo que nos referimos cuando hablamos de que la empresa debe fomentar el liderazgo colectivo en ODS.