Ideas jóvenes para un planeta más sostenible
Por Laura A. Izaguirre
Seis proyectos de cinco centros escolares vascos han sido reconocidos con los premios Hau da Green por su contribución al fomento de comportamientos ecológicos entre los chavales, y por acercarles a unos valores de respeto y cuidado del medio ambiente.
Proyectos premiados en la categoría de 12 a 16 años
«Debemos ser ‘ecológicamente conscientes’ y aprender a convivir con nuestro entorno»
«Ha sido un reto para todas y todos», destaca Yomara Fano, responsable del proyecto que el IES Mungia presentó al concurso Hau da Green y que les ha llevado a ganar el primer premio del certamen en la categoría de 12 a 16 años. Una iniciativa que, titulada ‘Uraren lore kolore’ y teniendo en cuenta los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, consistía en diseñar y realizar un sistema de recogida de agua pluvial para regar los jardines de flores que crearon en el instituto. «Teniendo en cuenta todo lo que hemos vivido estos últimos años, sentimos que debemos ser ‘ecológicamente conscientes’ y debemos aprender a convivir con nuestro entorno próximo (parques, jardines, montes, ríos, mares…) con humildad y respeto, agradeciendo la suerte que tenemos de compartir y disfrutar de un espacio común», pone sobre la mesa Fano. Teniendo como punto de partida la importancia del agua, han diseñado un sistema de captación de agua pluvial que construirán con la ayuda de los alumnos de FP del mismo instituto. Una iniciativa que servirá como base sobre la que asentar el resto de acciones planificadas en el proyecto: recoger las hojas de los árboles del instituto y de los alrededores del municipio de Mungia y producir compost para destinarlo a actividades del huerto escolar; partiendo del compost de hojas producir un biofertilizante natural, apostar por la producción ecológica y el jardín ecológico y crear un entorno de trabajo en igualdad que les identifique como seres humanos en consonancia con la naturaleza. «Queremos tomar parte en la construcción de una cultura en la que promovamos la igualdad de oportunidades, reduzcamos las desigualdades, mejoremos el medio ambiente, la conservación y la restauración de los ecosistemas, como nuestro huerto. Y nuestro proyecto es un reflejo de nuestro compromiso», asegura Fano. No en vano, el abono generado por las hojas servirá como biofertilizante que se utilizará en otoño para sembrar las flores del instituto, una actividad para la que contarán con la ayuda de los alumnos del aula estable y con los que compartirán tiempo de trabajo y ocio.
«Es una oportunidad para trabajar la sensibilización con nuestro entorno»
«Evita el aceite de palma», «deja de utilizar botellas de plástico» o «usa tu propia bolsa» son algunos de los retos que ‘esconde’ cada día del calendario de adviento sostenible con el que las alumnas Janire Feijóo e Irene Cuñado, del Colegio Basauri, se han alzado con el segundo premio de la categoría de 12 a 16 años en los premios del concurso Hau da Green. Una idea en la que estas dos jóvenes han aunado la longeva tradición del calendario de adviento, tan común en estas fechas navideñas, con la defensa de la sostenibilidad a través de un proyecto que se basa en un calendario de adviento en cuyo interior, en vez de haber chocolatinas o cualquier otra cosa, cada día figura un reto a cumplir relacionado con un Objetivo de Desarrollo Sostenible. «No vamos a trabajar ningún objetivo en concreto, sino que intentaremos trabajar la mayoría de ellos de una manera entretenida, para así poder animar a la gente a mejorar el planeta», explican sus jóvenes creadoras.
En palabras de Janire e Irene, «la idea de realizar un calendario de adviento se nos ocurrió con el fin de encontrar una manera divertida y original de concienciar a la gente de nuestro entorno. Y como se acercaba la Navidad, quisimos hacer un calendario en el que las personas que lo tuvieran recibieran retos diarios en lugar de chocolatinas, y así conseguiríamos sensibilizar y ayudar a mejorar el planeta, aunque sea en una pequeña medida», explican. «Como coordinador de Agenda 2030, veo una gran oportunidad para trabajar de manera directa la sensibilización con nuestro entorno y la puesta en marcha de originales ideas que se traducen en pequeñas pero importantísimas acciones durante los 21 días del concurso, en un simbólico y genial intento de cambiar el mundo», destaca Rafa Aiesta, coordinador de Agenda 2030 del centro basauritarra.
«Han aprendido que trabajando con ilusión se pueden conseguir buenos resultados»
Dar una segunda oportunidad a todos esos objetos que tenemos en casa y no utilizamos o que se han estropeado y ni nos hemos molestado en llevar a reparar. Ése era el objetivo del proyecto ‘Una segunda oportunidad’ que el I.E.S. Francisco de Vitoria presentó a Hau da Green. «Llevamos años trabajando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Cada curso escolar tratamos de abordar distintos objetivos y este año tocaba el consumo responsable y la reducción de desigualdades», destaca Xabier Zaldua, responsable del proyecto en el centro. Y tras una intensa lluvia de ideas nació ‘Una segunda oportunidad’. «Nos pareció que aunaba todo, por un lado, la responsabilidad ambiental con los bienes descartados y, por otro, el significado de la idea, ya que todos y todas merecemos una segunda oportunidad. Y una vez tuvimos la idea, el resto vino en cascada y la verdad es que hemos quedado muy contentos con el desarrollo», advierte Zaldua. Teniendo en mente los Objetivos de Desarrollo Sostenible 12 (consumo responsable) y 10 (reducción de las desigualdades), durante una semana instalaron un punto de recogida para que la comunidad educativa llevara al centro aquellos objetos que tenían en casa y no usan, para recoger los que aún eran útiles y reparar de mano del comercio local aquellos que estuvieran estropeados. Y con todo lo recogido, hacer un mercadillo navideño de segunda mano en el que la gente pudiera llevarse lo que le interesara a cambio de alimentos básicos que después se donarían al Banco de Alimentos. «Nos hemos dado cuenta de lo consumistas que somos: compramos, usamos y tiramos. Nos cansamos rápido de las cosas y no vemos el valor que tienen la mayoría de los objetos que tenemos tirados y olvidados en nuestras casas. Para cambiar esto y aportar al menos nuestro granito de arena decidimos participar en este concurso con las iniciativas de consumo responsable y reducción de desigualdades», apuntan. Hau da Green «ha sido la excusa perfecta para dar a conocer los objetivos de desarrollo sostenible que habíamos elegido para este curso.
Proyectos premiados en la categoría de 16 a 18 años
«Reciclar y ayudar al medio ambiente es algo esencial y lo queríamos hacer saber»
«Nuestra idea sería realizar una serie de casetas para pájaros que, a su vez, incluyan lemas concienciadores relacionados con la sostenibilidad para incitar a la gente a reciclar más a menudo y a reducir los residuos contaminantes del planeta». Así explican Valentino González e Igor Vicente, estudiantes del Colegio Basauri, el proyecto ‘Casetas que hacen pensar’, con el que han ganado el primer premio de la categoría de 16 a 18 años del concurso Hau da Green. «Debido a las bajas temperaturas nos planteamos ayudar a los pájaros desamparados a la vez que concienciamos a la gente con nuestros carteles, ya que pensamos que el reciclaje y ayudar al medio ambiente es algo esencial y de alguna manera se lo queríamos hacer saber a las personas», añaden esos dos alumnos. De ahí que la finalidad de este proyecto fuera doble, «por un lado ofrecer ese cobijo a los pájaros desamparados durante las bajas temperaturas del invierno, además de facilitarles agua y comida, y al mismo tiempo, que las personas vieran estos carteles que irían pegados fuera de las casitas, para así hacer acto de conciencia y que la gente empezara a reciclar o que lo hagan de forma más habitual», añaden. El concurso Hau da Green encajaba perfectamente en los contenidos de la asignatura de Cultura Científica que se imparte a los alumnos de 1º de Bachillerato en el Colegio Basauri, ya que suponía encontrar una idea, investigar al respecto y desarrollarla en un tiempo limitado con la dificultad añadida de la enorme carga de exámenes que había en el mismo periodo en el que se realizó la experiencia. «La valoración global de la experiencia ha sido muy positiva, a pesar de las dificultades surgidas en el proceso. Viendo la respuesta del alumnado, han merecido la pena el tiempo y los recursos empleados», destaca Rafa Aiesta, coordinador de Agenda 2030 del Colegio Basauri. De ahí que se planteen «repetir la experiencia en un futuro y hacerlo extensible a otros grupos y niveles del colegio dentro del rango de edades establecido».
«Hau da Green ha sido una oportunidad para nuestros proyectos de sostenibilidad»
Los 17 estudiantes, chicos y chicas de 1º de Bachillerato, que estudian la materia de Dibujo Técnico I en el instituto San Adrián de Bilbao pusieron en marcha una idea que nació con el fin de que conocieran la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que consistía en que cada uno de ellos diseñara un logotipo diferente para cada ODS (son 17 alumnos y, por lo tanto, cada uno podía centrarse en uno de los 17 ODS). De esta manera los estudiantes debían indagar sobre el objetivo que le hubiera tocado, encontrar cuáles son las metas e indicadores correspondientes y presentar esa información a sus compañeros en el aula. Además, como última parte del proyecto, los dibujos de cada logo serían ‘serigrafiados’ en la arena de la playa una vez terminados los exámenes en una jornada que se celebrará el próximo 7 de enero y en la que, al mismo tiempo, se realizará una recogida de residuos plásticos en la orilla. «La idea de realizar unos dibujos sobre la arena de una playa con los alumnos de Dibujo Técnico de 1º de Bachillerato estaba ya programada antes de que nos llegara la información sobre el concurso Hau da Green. Este tipo de actividades se conocen como ‘Situación problema’, y se usan para integrar los contenidos teóricos de una asignatura en una actividad real y lograr un aprendizaje significativo», explica Xabier Xabier Uribarri-Lapikotegi, responsable del proyecto en el Instituto San Adrián de Bilbao. Además, «por otra parte está el proyecto Agenda Escolar 2030 de nuestro instituto, con el que se pretende sensibilizar a la comunidad educativa sobre la importancia de conseguir los 17 ODS definidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas», destaca Uribarri-Lapikotegi. «Y Hau da Green ha sido una oportunidad para relacionar ambos proyectos. Como el grupo de Dibujo Técnico está formado por 17 chicos y chicas, casualmente tantos como Objetivos de Desarrollo Sostenible, se nos ocurrió asignar un objetivo a cada estudiante. Cada uno tendría que buscar información sobre su ODS y definir la geometría del logotipo correspondiente para poderlo ampliar sobre la arena de una playa. Al proyecto le llamamos ‘Solo se ve desde el cielo’, dado que un dibujo de esas dimensiones no se ve a ras de tierra, del mismo modo que los problemas eco-sociales que aborda la agenda necesitan ser enfocados desde un punto de vista elevado», añade el responsable del proyecto.
«Creímos desde el inicio en la necesidad de fomentar proyectos sostenibles»
«Nuestro proyecto se llama ‘Pisuaren erronka’, es decir, el ‘Reto del peso’, y el objetivo era recoger el mayor peso de plástico posible durante una semana (plástico generado en el día a día durante el horario escolar: material escolar no reutilizable, plásticos generados en el almuerzo, recreo, bolis, tipex…)», cuentan Estíbaliz, Valeria y Stephanie, las responsables de este proyecto en Los Herrán BHI. Una actividad en la que participaron a lo largo de toda la semana todos los alumnos de 4º de la ESO. Así, en cada clase se colocó una caja de cartón en la que el alumnado tiraría los materiales plásticos que se utilizan todos los días y, al final de la semana, la clase que haya recogido más peso de reciclaje recibiría un premio. Como broche final, la clase ganadora plantará un árbol u otro tipo de planta en el jardín de Los Herran. «Buscábamos una idea sencilla, que tuviese relación con el día a día y que fuera fácil de llevarla a cabo en el entorno escolar, en nuestro instituto. Somos conscientes del plástico que generamos en las clases y en los descansos y nos vino a la mente un anuncio que vimos hace unos años y que decía: «¡por cada kilo de tapones de plástico, plantamos un árbol!». Y así nació la idea. Nos pareció clave la importancia de reciclar el plástico y, al mismo tiempo, redundando en la importancia y necesidad de plantar árboles para nuestro planeta», destacan las impulsoras del proyecto. La idea de presentarse al concurso Hau da Green fue de Izaskun, la profesora de Economía de la Empresa. «Nos lo propuso como un trabajo voluntario para subir nota, ya que previamente habíamos trabajo el tema de la Responsabilidad Social Corporativa. Además de verlo como una buena oportunidad para mejorar nuestros resultados, nos pareció un proyecto súper interesante. Creímos desde el inicio en la necesidad de fomentar proyectos sostenibles».
¿Y os planteáis mantener el proyecto en el futuro? «Sería algo muy interesante. Además, en nuestro centro hay una gran tradición en el ámbito del reciclaje y creemos que podría tener gran acogida. Se nos ocurren dos formas de llevarlo a cabo en un futuro: en primer lugar, dado que se trata de alumnos de 2º de Bachillerato que el curso que viene ya no estarán en el instituto, podrían dejar todo el proyecto escrito y desarrollado para incluirlo dentro del Plan Anual Escolar y que los futuros alumnos lo llevases a la práctica; y, por otro, a pesar del estrés y la presión de este último curso, otra opción podría ser ponerlo en práctica en lo que queda de año. Creemos que puede ser sencillo», destacan las impulsoras de esta iniciativa.