La sostenibilidad marca el porvenir del planeta
Los productos ecológicos, smart o bio deben liderar un mercado amigable, donde la economía circular cobra vital importancia
Por Eduardo Izquierdo
La sociedad se encuentra ante procesos de cambios con una intensidad sin precedentes. La innovación tecnológica es el motor y la ciudad el escenario. Cada vez prolifera una mayor especialización en productos, con prioridad a lo ecológico, smart o bio, que en una fase de producción no emitan o reduzcan las emisiones de CO2, además de apostar por la economía circular.
El 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero procede de los núcleos urbanos, a pesar de representar tan solo el 3% de la superficie del planeta. Las áreas metropolitanas son centros neurálgicos del crecimiento económico al contribuir con cerca del 60% del PIB mundial, pero también son responsables del 70% de las emisiones de carbono.
Con el precio de la energía nadie pone en duda que conseguir edificios que generen energía es un objetivo a nivel político y social, y hay que dotarles de esa inteligencia. En el campo de las infraestructuras, en España en pocos años habrá un problema porque son bastante antiguas y habrá que sofisticarlas con reformas o mantenimientos. Ese ha sido el principal motivo de emprender un camino hacia una transformación más inteligente, más resiliente, que se adapten a las inclemencias de todo tipo, meteorológicas o incendios. Ese control de riesgos puede ayudar a anticiparse y se necesitan para controlar los servicios de emergencia. En las ciudades estas iniciativas permiten mejorar el acceso a los servicios, aspectos críticos como el clima y la energía. Esa mejora de la eficiencia energética pasa por la digitalización.
La movilidad se convierte en una pieza clave a la hora de definir la ciudad sostenible del futuro. El control de las emisiones pasa por controlar la movilidad. El crecimiento de la población, unido al rápido avance de la urbanización, aumentará las demandas de transporte en las ciudades. Por ejemplo, se calcula que habrá crecido un 163% en 2050 respecto a los niveles de 2015, según el International Transport Forum (ITF).
En ese campo se han introducido nuevas formas, con especial presencia del coche eléctrico e incluso se espera que el aerotaxi pueda llegar en breve. Según los expertos, con esta evolución pronto llegarán las carreteras inteligentes y se estará cerca de la conducción autónoma.
Cuando se habla de movilidad no solo se hace en ese sentido como ciudadano, sino también en la distribución de mercancía en la última milla. Se ha registrado un incremento enorme en el reparto de paquetería. Pues bien, la tecnología ayuda a la gestión de la dualidad entre el conductor normal y el de la distribución, ya que la movilidad es la que genera mayores emisiones.
Actuaciones en Euskadi
En cuanto a digitalización, Euskadi es referente, con Vitoria al frente como Green Capital. A las iniciativas del Athletic en Bilbao, San Fidel Ikastola en Gernika, Somorrostro en Muskiz, Seminario Zentrum en Derio o Zierbena, se ha sumado Barakaldo al instalar placas voltaicas en sus edificios, que permitirán suministrar energía renovable a casi todo el municipio. Por ejemplo, Tecnalia, en colaboración con Inkolan, ha desarrollado gemelos digitales, con el primer piloto en La Salve. También han alcanzado acuerdos con la red de parques tecnológicos de Euskadi y el Ayuntamiento de Ermua. En Gipuzkoa han apostado muy fuerte y esperan que en 2023 se multiplique por 4 la implantación del modelo de autoabastecimiento energético. Algo similar sucede en Navarra, donde 46 localidades se han unido en un proyecto para cercar la sostenibilidad energética tanto a particulares como a pymes y negocios gracias al apoyo de la Cámara de Comercio.
Todavía queda mucho recorrido por completar en materia de reducción de emisiones, pero ahí salta a la palestra la economía circular para aprovechar el tratamiento de residuos, desde el material, que es fundamental, hasta pasar por fabricar hormigones o vidrios de otra manera o controlar el traslado de ese material próximo, reciclables o reciclados, para que vuelva al círculo en otro uso.
La combinación de tren+bici
El tren está considerado como el medio de transporte colectivo más sostenible. Si se fragua una alianza con la bicicleta las ventajas se multiplican. Esta combinación resulta clave para conseguir una movilidad urbana más fluida y limpia. Renfe comenzó en el 2000 a trabajar en la fabricación de trenes Civia, que cuenta con espacios dedicados a la bicicleta. La flota de Cercanías del futuro contará con más espacio para bicis y soluciones más innovadoras. Además, ahora han creado un logo para identificar esos entornos donde la bicicleta es bienvenida.