Sostenibilidad, clave para la competitividad de la industria vasca

Importantes empresas y Gobierno vasco coinciden en la necesidad de incorporar tecnologías digitales para descarbonizar la economía

La industria vasca necesita reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ser más sostenible para adaptarse a la regulación europea y, no menos importante, mantener el empleo y ganar competitividad. Se trata de un proceso complejo en el que la colaboración público-privada volverá a ser clave. La Universidad de Deusto organizó un foro para analizar este desafío, en el que participaron la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia; el director Territorio Norte de Telefónica, Manuel Ángel Alonso; el responsable de Petronor Innovación, Elías Unzueta, y la directora de Competitividad e Innovación de Idom, Marta Álvarez.

Arantxa Tapia se mostró partidaria de que las empresas aborden la digitalización y la sostenibilidad, pero les recordó que esas actuaciones deben estar enfocadas a «mantener los empleos, si es posible aumentar las plantillas, y para ser competitivos a nivel internacional». La consejera de Desarrollo Económico avanzó las metas que se ha marcado el Gobierno vasco, como alcanzar las cero emisiones netas en 2050, con la ayuda de energías renovables, «sin renunciar a ninguna tecnología». Además, añadió que la economía circular abre una oportunidad para «valorizar los residuos industriales que se generan en Euskadi, lo que redundará en nuevas oportunidades de negocio y de empleo».

Elías Unzueta, gerente de Petronor Innovación, la punta de lanza de la empresa multienergética en el ámbito del I+D+i, desgranó muchos de los proyectos con los que quieren descarbonizar su actividad. Uno de los más significativos por el importe de las inversiones y el número de agentes públicos y privados implicados es el Corredor Vasco del Hidrógeno. A la par, otros modelos de negocio en los que están trabajando son la generación distribuida, la creación de comunidades energéticas o la fabricación de combustibles sintéticos. «El 35% de las inversiones que va a hacer la compañía hasta 2025 será en soluciones energéticas bajas en carbono; otro compromiso es incrementar en los próximos ocho años hasta 30 gigavatios nuestra capacidad de producción de energía renovable», desveló.

Si la tecnología va a ser clave en la sostenibilidad de las empresas, nadie mejor que Telefónica para aportar su punto de vista. El director Territorio Norte, Manuel Ángel Alonso, subrayó en primer lugar que la propia compañía quiere reducir el impacto de su actividad. «El data center que tenemos en Alcalá consume la energía equivalente a una población de 10.000 habitantes», señaló. Tras asegurar que la fibra óptica y el 5G resultan esenciales para ahorrar energía, puso de relieve que «Telefónica está ayudando en la transformación de los procesos productivos porque entendemos que no hay futuro sin una economía digital».

La directora de Competitividad e Innovación de Idom, Marta Álvarez, sostuvo que la mayor parte de las soluciones que ofrecen a sus clientes «pasan por tecnologías digitales muy avanzadas que deben tener un resultado positivo en cuanto a sostenibilidad». Frente a la visión antagónica entre competitividad y productividad, Álvarez aseguró que ambas son «variables complementarias y de competitividad». Indicó también que entre las tecnológicas disponibles existe un creciente interés por el hidrógeno y la captura de CO2.

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