Con la salud de los pies más vale andarse con cuidado

Evitar ir descalzo en zonas comunes y una buena higiene son las claves para prevenir las verrugas plantares y otras lesiones

Por Adriana Carrillo

Sus 26 huesos, unidos por una intrincada red de articulaciones, músculos, tendones y ligamentos, soportan el peso del cuerpo en los deambulares erráticos, los paseos domingueros y los andares acelerados de la exigente vida moderna. Los pies son los sufridores por naturaleza y a menudo los grandes olvidados, de los que solo nos acordamos cuando tenemos una lesión. «Una microherida en la planta del pie causada por una ampolla o la fricción del zapato es la puerta de entrada al virus del papiloma», señala el podólogo Víctor Martín, de la Clínica Arriaga, un centro especializado en diferentes patologías del pie, a donde llegan todos los días pacientes con verrugas plantares causadas por este virus.
Un gesto tan sencillo como cubrir el pie cuando se transita por zonas públicas, como vestuarios o piscinas, y visitar al podólogo al menos una vez al año puede evitar que las verrugas plantares y otras lesiones comunes arruinen la salud de nuestros pies. «Los primeros estadíos de estos pequeños tumores no son dolorosos, de hecho, apenas se percibe que hay una lesión porque no solemos fijarnos en la planta de nuestros pies. Cuando el paciente se da cuenta, la verruga ya lleva un tiempo ‘acompañándolo’ y es cuando decide acercarse a la consulta, porque ya le molesta o le duele al caminar», explica Martín.
Aunque cualquier persona puede desarrollar estas verrugas, los niños, en general, son más propensos a tener papilomas. «Al ser un virus los pequeños que estén con las defensas más bajas por algún catarro o fiebre o durante el invierno están más expuestos, además van más tiempo descalzos», añade el podólogo.
Junto con las verrugas plantares, las infecciones bacterianas provocadas por hongos «son las patologías más comunes que nos podemos encontrar por andar descalzos en zonas comunes», explica Betisa Romo, especialista de la Clínica Podológica Deusto, un centro con más de tres décadas de trayectoria en el tratamiento de lesiones del pie, cirugía podológica y podología deportiva.

Prevenir el contagio

Las verrugas plantares pueden llegar a extenderse a otras partes del cuerpo, como las manos, coinciden los especialistas, porque el virus del papiloma es bastante contagioso. Y aunque algunas verrugas pueden desaparecer solas, lo cierto es que «si no las tratamos a tiempo, corremos el riesgo no solo de que se extiendan por más zonas, sino que se vuelvan más resistentes a los tratamientos», explica Romo.
En cuanto a la eliminación de las verrugas, Martín y Romo recurren en sus respectivas consultas a diferentes tratamientos dependiendo de la fase en la que se encuentre la lesión: «medicamentos cáusticos, crioterapia (con la aplicación de nítrogeno líquido), medicamentos inyectables y, en los últimos años, laserterapia», detalla Romo.
«En sus primeras fases, el tratamiento es más rápido, pero cuando las verrugas llevan mucho tiempo en el pie y han aumentado de tamaño, el tratamiento es más largo, molesto y doloroso, aunque se anestesia la zona para aliviarlo», tranquiliza Martín.
Y aunque las verrugas plantares terminan eliminándose no hay nada mejor que la prevención y la higiene para evitarlas, rematan los dos especialistas.

Párele los pies a las verrugas

Además de acudir al menos un vez al año al podólogo para revisar la salud de los pies y prevenir que problemas como los hongos o las verrugas plantares empeoren, los expertos en medicina del pie Víctor Martín y Betisa Romo recomiendan evitar ir descalzos en zonas comunes y húmedas como vestuarios, piscinas o saunas públicas. También recuerdan que una serie de cuidados básicos como asear e hidratar con crema los pies, secar el exceso de humedad y cortar periódicamente las uñas nos ahorrarán molestias como los helomas (los dolorosos callos, ojos de gallo o clavos plantares) y visitas extras a las consultas podológicas. Los expertos aconsejan usar calcetines de algodón en lugar de prendas elaboradas con materiales sintéticos, apostar por un calzado flexible y transpirable, y hacer ejercicio para mantener los músculos, tendones y articulaciones de los pies activos. Finalmente, recuerdan que una anomalía en la extraordinaria y compleja estructura de los pies nos puede llegar a alertar de diferentes problemas de salud: la rigidez de estas extremidades puede anticipar un problema de artritis; el hormigueo o entumecimiento, indicar diabetes; o la hinchazón, una enfermedad renal, de ahí la importancia de su cuidado.

Publicaciones relacionadas